Google ha confirmado un compromiso histórico de 5.900 millones de euros (alrededor de 5.000 millones de libras / 6.800 millones de dólares) en el Reino Unido, lanzando un programa de inversión de dos años centrado en la construcción de un nuevo centro de datos hyperscale en Waltham Cross, Hertfordshire. La iniciativa combina gasto de capital, investigación y desarrollo e ingeniería, al tiempo que refuerza la presencia de Google DeepMind en el país. Según la compañía, el proyecto respaldará unos 8.250 empleos al año en construcción, cadenas de suministro e industrias asociadas.
Un centro estratégico para los servicios de IA
El emplazamiento de Waltham Cross se encuentra justo fuera de la autopista orbital M25 de Londres, ofreciendo proximidad al sector financiero de la capital, a organismos gubernamentales y a empresas digitales. Google afirma que la instalación proporcionará mayor capacidad de alojamiento local y menor latencia para los servicios intensivos en IA, apoyando plataformas como Google Cloud, Search, Maps y Workspace.
Los observadores del sector señalan que DeepMind, la división de investigación en IA de Google con sede en Londres, podría beneficiarse especialmente de esta capacidad de cómputo. La proximidad a una gran potencia informática podría acelerar campos como el descubrimiento de fármacos y la modelización de proteínas, basándose en éxitos anteriores como AlphaFold. Aunque Google no ha vinculado explícitamente el centro con el trabajo de DeepMind, los analistas consideran que la conexión geográfica tiene un peso estratégico.
Eficiencia energética y sostenibilidad
Google ha convertido la sostenibilidad en un pilar de su expansión en el Reino Unido. La instalación de Waltham Cross utilizará sistemas avanzados de refrigeración por aire para minimizar el consumo de agua y está diseñada para permitir la recuperación de calor externo, lo que significa que el exceso de calor de los servidores podría eventualmente redirigirse para calentar hogares, escuelas y empresas en el área de Broxbourne.
Para asegurar el suministro de energía limpia, Google ha firmado un importante acuerdo con Shell Energy Europe para garantizar un abastecimiento energético libre de carbono 24/7. Este se apoyará en sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) que equilibran la demanda y almacenan electricidad renovable durante los periodos de baja generación. Google se ha fijado el objetivo de alcanzar alrededor del 95 % de operaciones libres de carbono en el Reino Unido para 2026, una meta que, de cumplirse, marcaría un referente mundial en el sector de los centros de datos.
Las cifras del proyecto
- Inversión total: 5.900 M€ (5.000 M£ / 6.800 M$) en dos años
- Impacto en el empleo: 8.250 empleos al año respaldados mediante construcción y suministro
- Superficie del sitio: alrededor de 13 hectáreas según fuentes del sector (Google no lo ha confirmado)
- Modelo de diseño: refrigeración por aire, preparación para recuperación de calor, BESS, energía limpia continua
Aunque Google no ha revelado la capacidad exacta en megavatios ni la superficie, los analistas del sector clasifican Waltham Cross como una instalación hyperscale, reflejando tanto la magnitud de la inversión como su papel estratégico.
Competencia y contexto de mercado
El Reino Unido está entre los mercados más competitivos de Europa para infraestructura cloud e IA. Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure ya gestionan grandes campus en la región de Londres, especialmente alrededor de Slough y el Valle del Támesis. Con este nuevo proyecto, Google refuerza su capacidad de competir por clientes empresariales de IA.
Los datos de mercado indican que AWS y Microsoft controlan juntos más del 60 % del mercado cloud británico. Google Cloud, aunque más pequeño, se está expandiendo con rapidez, y esta inversión subraya su determinación de capturar una mayor cuota combinando crecimiento de infraestructura con servicios impulsados por IA. Los analistas describen el movimiento como parte de una carrera europea por la infraestructura de IA, en la que los hyperscalers también están invirtiendo miles de millones en Alemania, España, Italia y Francia.
Reacciones oficiales
El anuncio fue bien recibido por Rachel Reeves, ministra de Hacienda del Reino Unido, quien describió el proyecto como “un fuerte voto de confianza en la economía británica”. Vinculó la decisión de Google a los planes del gobierno para acelerar el crecimiento mediante reformas urbanísticas e infraestructuras modernizadas.
Demis Hassabis, CEO de DeepMind, destacó la tradición científica del Reino Unido y definió la instalación como una plataforma para “la próxima ola de innovación y descubrimiento”. Sus declaraciones subrayan la importancia estratégica de situar investigación y capacidad de cómputo en un mismo ecosistema nacional.
Impacto local y rol comunitario
Más allá de la infraestructura técnica, Google se ha comprometido a crear un Fondo comunitario en Broxbourne y Hertfordshire, para apoyar escuelas, programas de formación e iniciativas sociales. La compañía recalca que esto forma parte de su papel como “vecino responsable” a largo plazo.
Más de 250 empresas, muchas de ellas locales, participaron en la fase de construcción, destacando el efecto económico positivo para la región. Proveedores locales — desde contratistas eléctricos hasta empresas de catering — ya han asegurado contratos plurianuales.
Al mismo tiempo, los grupos medioambientales mantienen cautela. Señalan que los centros de datos de IA son muy intensivos en consumo energético y subrayan que las promesas de energía libre de carbono y recuperación de calor deberán cumplirse en la práctica. Se espera que los reguladores vigilen de cerca el desempeño de Google en sus objetivos de sostenibilidad.
Un contexto europeo
La capacidad del Reino Unido para atraer inversiones de esta magnitud se produce en un momento en que otros países europeos imponen restricciones más estrictas a la expansión de centros de datos. Irlanda y los Países Bajos, que antes eran líderes, han ralentizado las aprobaciones debido a la presión sobre sus redes eléctricas. En contraste, el Reino Unido — que busca posicionarse como un hub global de IA en la era post-Brexit — ha adoptado una postura más abierta, aprovechando su reserva de talento en IA para atraer a los gigantes tecnológicos internacionales.
Compromisos similares se observan en todo el continente: Microsoft ha anunciado inversiones multimillonarias en IA en Alemania y España, mientras que AWS se está expandiendo en Italia y Francia. Los analistas sostienen que Europa ha entrado en una nueva fase de competencia estratégica en infraestructura de IA, en la que los centros de datos funcionan tanto como activos económicos como símbolos de prestigio tecnológico nacional.
Conclusión
Para el Reino Unido, la inversión de Google de 5.900 millones € en Waltham Cross representa mucho más que un centro de datos: es una declaración de confianza y un punto de apoyo estratégico en la economía global de la IA. Para Google, es a la vez un esfuerzo por reducir la brecha con AWS y Microsoft y una oportunidad de integrar infraestructura con el poder de investigación de DeepMind.
La verdadera prueba estará en la ejecución: reducir la latencia, ampliar los recursos de cómputo según lo prometido y cumplir los objetivos de sostenibilidad. Pero la dirección es clara: el Reino Unido se posiciona como un nodo central en la carrera, cada vez más acelerada, por construir la infraestructura de la era de la IA.