Brookfield Asset Management ha anunciado una inversión histórica de 20.000 millones de euros en infraestructura de inteligencia artificial (IA) en Francia y Suecia. Este movimiento refleja la creciente competencia entre países europeos por liderar el desarrollo tecnológico y las soluciones energéticas sostenibles.
La magnitud de la inversión
Según la compañía, los fondos estarán destinados a la construcción y modernización de centros de datos, sistemas energéticos y redes de telecomunicaciones para apoyar la infraestructura de IA. Las prioridades incluyen:
- nuevos centros de datos con sistemas de refrigeración de alta eficiencia,
- integración de energías renovables en las operaciones de cómputo a gran escala,
- desarrollo de redes de transmisión de datos de alta velocidad para modelos de aprendizaje automático,
- construcción de instalaciones para alojar los mayores modelos lingüísticos y analíticos.
Esta estrategia forma parte del plan global de Brookfield para diversificar sus activos en infraestructura digital y energías limpias.
Francia: apuesta por la «IA verde»
Francia lleva años impulsando la transformación digital y la descarbonización de su economía. El gobierno considera la inversión de Brookfield como una palanca estratégica para reforzar su posición en el sector de la inteligencia artificial.
Los centros de datos funcionarán principalmente con energía solar y eólica, reduciendo significativamente la huella de carbono de las operaciones digitales.
Suecia: sinergia con la energía renovable
Con abundantes recursos hidroeléctricos y un sector energético verde avanzado, Suecia es considerada por Brookfield como un mercado clave para la inversión a largo plazo. Allí, los centros de datos estarán integrados en redes energéticas sostenibles, convirtiéndose en unos de los más ecológicos de Europa.
Además, el gobierno sueco respalda activamente proyectos relacionados con la digitalización y la innovación sostenible, lo que favorece la llegada de capital extranjero.
Impacto en el empleo y la economía
El proyecto tendrá un fuerte impacto socioeconómico. Según analistas, generará alrededor de 10.000 empleos en Francia y unos 6.000 en Suecia, en sectores como la construcción, la energía y las tecnologías de la información.
Contexto geopolítico
La decisión de Brookfield se enmarca en la carrera global entre Estados Unidos, Europa y China por dominar las tecnologías de IA. Europa, en particular, busca reducir su dependencia de los proveedores estadounidenses y asiáticos, fomentando proyectos locales y asociaciones internacionales.
Implicaciones económicas
Para Brookfield, la inversión de 20.000 millones de euros supone:
- consolidar su presencia en Europa,
- reforzar su valoración a largo plazo,
- mejorar su reputación como inversor comprometido con la sostenibilidad.
Para Francia y Suecia, el proyecto implica mayores ingresos fiscales, creación de empleo y aceleración del desarrollo de un ecosistema de innovación basado en la IA.
Comparación con otras inversiones
- En 2024, Google anunció un centro de datos en Finlandia por 1.500 millones de €.
- Microsoft invirtió cerca de 3.000 millones de € en la ampliación de su infraestructura en la nube en Alemania.
- Frente a ello, el compromiso de Brookfield por 20.000 millones de € marca un récord en Europa.
Conclusión
La inversión de 20.000 millones de euros de Brookfield en Francia y Suecia es uno de los proyectos tecnológicos más ambiciosos emprendidos en Europa. Representa la voluntad del continente de liderar la economía digital, apoyándose en energías limpias y creando miles de puestos de trabajo.
Para Brookfield, supone un movimiento estratégico que reafirma su papel como actor global en infraestructuras y sostenibilidad. Para Europa, es un paso decisivo para reducir la brecha tecnológica con Estados Unidos y Asia, posicionándose como un polo de desarrollo de una inteligencia artificial verde y resiliente.