En 2025, el mercado europeo de ofertas públicas iniciales (IPO, por sus siglas en inglés) sigue mostrando signos de debilidad. A pesar de las esperanzas de recuperación tras la pandemia y la crisis energética, muchas empresas han decidido retrasar o cancelar sus salidas a bolsa. Mientras otros mercados globales comienzan a estabilizarse, Europa continúa rezagada. ¿Qué está frenando las IPO en el continente y cuáles son las perspectivas de cambio?
Una recuperación prometida que aún no llega
A principios de 2024, muchos analistas preveían un aumento del número de IPO en centros financieros clave como Londres, Frankfurt, París o Milán. Sin embargo, los resultados han sido decepcionantes: los ingresos generados por las IPO en el primer semestre de 2025 cayeron un 40 % en comparación con el mismo período de 2021, un año que ya había sido flojo.
Más de la mitad de las empresas que iniciaron procesos de salida a bolsa en los últimos 18 meses han pausado o cancelado sus planes, citando inestabilidad en el mercado y problemas de valoración.
Inestabilidad geopolítica: un freno importante
Uno de los principales obstáculos para el mercado de IPO en Europa es la persistente incertidumbre geopolítica. El conflicto en Ucrania, las tensiones en Oriente Medio y las disputas comerciales con China han provocado una clara aversión al riesgo. En este contexto, los inversores prefieren activos seguros como bonos, inmuebles u oro, y evitan apuestas arriesgadas como nuevas cotizaciones bursátiles.
Tipos de interés elevados y desinterés de los inversores
La política monetaria restrictiva del Banco Central Europeo (BCE), con tasas cercanas al 4 %, ha generado un entorno financiero tenso. Para las empresas, los préstamos son más caros. Para los inversores, los bonos ofrecen rendimientos atractivos sin el riesgo de una IPO.
Esto ha llevado a una presión a la baja en las valoraciones. Las empresas no quieren aceptar grandes descuentos para cotizar, y los inversores no están dispuestos a pagar primas en un entorno tan incierto.
Mal desempeño tras la salida a bolsa
Muchas de las IPO recientes en Europa han tenido resultados decepcionantes. Ejemplos como Deliveroo, Auto1 Group y Cazoo vieron cómo el valor de sus acciones caía drásticamente poco después de salir a bolsa.
Esto ha minado la confianza de los inversores, que hoy ven las IPO como arriesgadas, sobrevaloradas y propensas a la volatilidad.
Brecha de valoración entre empresas e inversores
Numerosas startups y scaleups europeas consideran que los mercados públicos no valoran adecuadamente su potencial. Fundadores y primeros accionistas prefieren esperar mejores condiciones antes que malvender sus acciones en un mercado adverso.
En ciudades como París o Estocolmo, empresas de tecnología, biotecnología o energías renovables han congelado sus IPO debido a la falta de reconocimiento del mercado a su crecimiento real.
Capital privado: la alternativa dominante
Mientras tanto, el capital privado se ha convertido en la fuente preferida de financiación para las empresas en expansión. Fondos de venture capital, private equity y oficinas familiares ofrecen soluciones rápidas, flexibles y menos sujetas a regulación que las IPO.
En 2025, más del 85 % del capital captado por scaleups europeas proviene de estos canales privados — un indicativo claro de la caída del atractivo de los mercados públicos.
Dónde siguen activas las IPO
Aunque la mayoría del continente experimenta una desaceleración, aún se observan operaciones relevantes en nichos específicos:
- Ámsterdam y Oslo siguen viendo IPO en sectores de energía limpia y sostenibilidad
- París ha registrado algunas salidas exitosas en biotecnología
- Berlín y Dublín preparan IPO de fintechs y plataformas digitales para 2026
Sin embargo, estos lanzamientos suelen ser de menor tamaño (menos de 150 millones de euros) y están dirigidos a inversores locales.
Las bolsas intentan adaptarse
Los operadores bursátiles como Euronext y Deutsche Börse han implementado reformas para hacer más accesibles las IPO: simplificación de trámites, segmentos para pymes, procesos de aprobación más rápidos.
No obstante, estas medidas no compensan la desconfianza estructural del mercado. Mientras persista la incertidumbre económica y política, el volumen de nuevas cotizaciones seguirá siendo escaso.
¿Qué podría reactivar las IPO?
Según los expertos, se necesita una combinación de factores positivos para relanzar el mercado europeo de IPO:
- Una reducción de los tipos de interés del BCE
- IPO con buen desempeño posterior, que recuperen la confianza
- Estabilización geopolítica a nivel global
- Retorno de los inversores minoristas a través de plataformas digitales
- Un auge en los mercados de EE. UU. o Asia que tenga efecto contagio en Europa
Mientras no se den estas condiciones, el mercado permanecerá estancado.
Conclusión: un mercado en pausa
El panorama de las IPO en Europa durante 2025 está definido por la cautela, la baja tolerancia al riesgo y las discrepancias de valoración. Las empresas prefieren permanecer privadas, los inversores se muestran conservadores y las bolsas luchan por recuperar atractivo.
No obstante, quienes logren prepararse estratégicamente —con buena gobernanza, transparencia y visión a largo plazo— estarán mejor posicionados cuando se abra la ventana de oportunidades.