La ciudad de Besanzón, situada en la región de Borgoña–Franco Condado, al este de Francia, continúa siendo uno de los mercados de alquiler más estables del país. A pesar de los cambios en las políticas de vivienda a nivel nacional, el aumento de los precios y la creciente tendencia a mudarse a zonas periféricas, la demanda de alquiler en esta ciudad histórica y universitaria se mantiene constantemente alta. El mercado inmobiliario local es dinámico tanto en el segmento de alquiler a corto como a largo plazo, lo que convierte a Besanzón en una opción atractiva tanto para inquilinos como para inversores.
Ubicación geográfica y estructura urbana
Besanzón cuenta con unos 120 000 habitantes, cifra que supera los 250 000 si se incluye el área metropolitana. Está enclavada en una curva del río Doubs y rodeada de colinas, cerca de la frontera con Suiza. Gracias a su posición estratégica entre Francia, Alemania y Suiza, se ha convertido en un punto clave para la movilidad transfronteriza. Su centro histórico, con fortificaciones incluidas en el patrimonio de la UNESCO, convive con barrios modernos, zonas residenciales y parques tecnológicos.
Esta diversidad urbana permite una amplia oferta de viviendas y atrae a una gran variedad de inquilinos: estudiantes, jóvenes profesionales, familias y trabajadores transfronterizos.
Centro universitario y científico
Uno de los factores clave detrás de la fuerte demanda de alquiler en Besanzón es la presencia de la Universidad de Borgoña–Franco Condado, que recibe cada año a decenas de miles de estudiantes, tanto franceses como internacionales. Estos estudiantes necesitan alojamientos accesibles, funcionales y, en muchos casos, amueblados.
Además, la ciudad alberga prestigiosas escuelas de ingeniería y medicina, así como centros de investigación en microtecnología y biomedicina. Esto genera una demanda constante de alquiler por parte de investigadores, profesores, estudiantes de doctorado y técnicos cualificados.
Infraestructura sanitaria y militar
Besanzón es también uno de los principales centros médicos de la región. Aquí se encuentra el hospital universitario CHRU y varias clínicas privadas. El personal médico —internos, enfermeros y auxiliares— a menudo alquila vivienda durante sus periodos de formación o contratos temporales.
Además, la ciudad cuenta con presencia militar y centros de formación de la gendarmería. Los oficiales, reclutas y alumnos asignados a Besanzón suelen alquilar alojamiento durante su estancia.
Diversificación económica y empleo transfronterizo
Aunque no es una metrópoli, Besanzón cuenta con una economía sólida y diversificada en sectores como la microtecnología, la electrónica, la logística y la industria agroalimentaria. El parque tecnológico TEMIS alberga startups, pymes innovadoras y filiales de grandes grupos industriales.
La proximidad a Suiza es un factor determinante. Muchos residentes trabajan en cantones suizos cercanos —como Neuchâtel, Jura o Vaud— donde los salarios son más altos, pero el coste de vida, especialmente el del alojamiento, es mucho mayor. Vivir en Besanzón y trabajar en Suiza se ha convertido en una opción popular, lo que incrementa la presión sobre el mercado de alquiler.
Alquileres asequibles
En comparación con las grandes ciudades francesas, los alquileres en Besanzón son considerablemente más bajos. En 2025, los precios medios mensuales son:
- Estudios (18–25 m²): entre 400 y 550 €
- Pisos de una habitación (T2): entre 550 y 750 €
- Pisos de dos o tres habitaciones (T3–T4): entre 750 y 950 €
- Casas familiares: a partir de 1.100 €
Estos precios son asequibles para estudiantes y familias, especialmente si se tienen en cuenta las ayudas públicas al alquiler (APL). Además, hay una amplia oferta de viviendas amuebladas, ideales para estancias temporales, trabajadores desplazados y expatriados.
Crecimiento del alquiler de corta duración
El alquiler turístico también está en auge. Eventos culturales como el festival literario Livre dans la Boucle, exposiciones, congresos universitarios y competiciones deportivas atraen a numerosos visitantes temporales. Muchos propietarios optan por alquilar a través de plataformas como Airbnb o Booking.
Aunque el ayuntamiento regula este tipo de arrendamientos, el crecimiento de los alquileres a corto plazo reduce la disponibilidad de viviendas en el mercado tradicional y contribuye a una mayor presión sobre los precios.
Escasa construcción de obra nueva
El ritmo de construcción en Besanzón es moderado. Las restricciones arquitectónicas, la conservación del patrimonio y las normativas medioambientales dificultan la realización de nuevos proyectos residenciales. Además, muchas promociones están orientadas a la venta y no al alquiler.
Parte del parque inmobiliario más antiguo requiere reformas o se retira del mercado, lo que limita aún más la oferta de viviendas modernas y eficientes energéticamente.
Diversidad social y demográfica
Besanzón cuenta con una población variada. Además de estudiantes y trabajadores jóvenes, viven allí jubilados, familias monoparentales, migrantes y nuevos residentes. La diversidad cultural y la política local de vivienda social favorecen una movilidad constante dentro del mercado de alquiler.
Alquilar es una solución habitual para quienes acaban de llegar, para trabajadores temporales o para familias que esperan comprar una vivienda. Esto garantiza una demanda sostenida durante todo el año.
Un mercado interesante para los inversores
Para los inversores, Besanzón representa una excelente oportunidad. Los precios de compra son más bajos que en ciudades como Lyon o Estrasburgo, y la rentabilidad es atractiva.
La rentabilidad bruta media oscila entre el 4 % y el 6 % anual, pudiendo alcanzar el 7–8 % en el caso de alquileres amueblados o de corta duración. La baja tasa de vacantes y una demanda constante hacen del mercado una apuesta segura.
Barrios con mayor demanda
Algunas zonas son especialmente buscadas por los inquilinos:
- Battant y La Boucle – el centro histórico, popular entre estudiantes y turistas
- Planoise – gran barrio residencial con alquileres asequibles
- Temis y Hauts-du-Chazal – próximos al hospital y al parque tecnológico
- Saint-Ferjeux y Palente – barrios tranquilos preferidos por familias
La oferta es variada: desde pequeños estudios hasta casas amplias con jardín.
Conclusión
La demanda de alquiler en Besanzón sigue siendo fuerte gracias a una combinación de factores: presencia universitaria, infraestructura científica y médica, proximidad a Suiza, precios razonables y oferta limitada. Esto convierte a la ciudad en un destino atractivo tanto para inquilinos como para inversores.
En un contexto nacional de encarecimiento del acceso a la vivienda, Besanzón ofrece una buena calidad de vida con precios accesibles. Las previsiones para los próximos años indican que esta tendencia continuará, con una demanda constante y una rentabilidad estable para el mercado del alquiler.