El gigante chino de la construcción Country Garden, considerado durante años el mayor promotor inmobiliario privado del país, ha registrado una caída del 37 % en sus ventas en 2024, pese a haber implementado un amplio plan de reestructuración de deuda. Esta disminución confirma la profundidad de la crisis que afecta al sector inmobiliario chino desde el año 2020.
Fuerte descenso en las ventas
Según el informe anual de la empresa, los ingresos por ventas en 2024 se redujeron a 253.000 millones de yuanes (alrededor de 35.000 millones de euros). Se trata del descenso más pronunciado en la historia de la compañía.
Entre los principales factores de este desplome destacan:
- Pérdida de confianza de los compradores: muchos ciudadanos chinos han dejado de adquirir viviendas sobre plano, temiendo retrasos o proyectos inacabados.
- Endurecimiento de la regulación: la política de las “tres líneas rojas”, implementada por el gobierno, restringe significativamente el acceso al crédito para los promotores.
- Paralización de obras: numerosos proyectos de Country Garden fueron suspendidos o retrasados, lo que ha mermado aún más la confianza del mercado.
Reestructuración de deuda
Para hacer frente a la difícil situación financiera, Country Garden lanzó un plan integral de reestructuración de deuda, que incluye:
- Reducción del 70 % de la deuda externa, lo que equivale a unos 11.600 millones de dólares estadounidenses;
- Extensión de los plazos de vencimiento de los bonos y conversión parcial de deuda en nuevos instrumentos financieros;
- Negociaciones activas con acreedores internacionales, incluidos tenedores de bonos y fondos fiduciarios.
No obstante, los analistas advierten que reestructurar la deuda no será suficiente si las ventas no logran recuperarse.
Resultados financieros
A pesar del entorno adverso, los resultados muestran una cierta mejora en comparación con 2023:
- En 2024, la pérdida neta fue de 32.800 millones de yuanes (unos 4.500 millones de euros);
- En 2023, la pérdida récord alcanzó los 178.400 millones de yuanes;
- Algunas regiones experimentaron una ligera recuperación en las ventas, aunque insuficiente para revertir la tendencia general.
Reacción de los mercados
La respuesta de los inversores ha sido moderadamente negativa: las acciones de Country Garden se mantienen en niveles históricamente bajos y las agencias de calificación siguen asignando una nota especulativa (junk).
Preocupa especialmente la capacidad de la empresa para finalizar proyectos y cumplir con sus obligaciones financieras sin apoyo gubernamental.
Una crisis estructural en el sector
La situación de Country Garden refleja un problema estructural que afecta al conjunto del sector inmobiliario privado en China. Entre las tendencias más relevantes destacan:
- Desplome de las ventas de viviendas en construcción;
- Mayor demanda de viviendas terminadas y listas para habitar;
- Preferencia del gobierno por apoyar a promotores estatales, marginando a los operadores privados;
- Aumento del coste de materiales y presión sobre los márgenes de beneficio.
Aunque el gobierno ha anunciado medidas de estabilización, muchos expertos las consideran insuficientes para rescatar a los grandes promotores privados.
Perspectivas futuras
Country Garden ha anunciado su intención de:
- Concentrarse en finalizar los proyectos prioritarios en las principales ciudades;
- Colaborar con las autoridades locales para acceder a subsidios y apoyo financiero;
- Mantener el diálogo con acreedores e inversores para preservar la viabilidad de la empresa.
Sin embargo, con una demanda débil y un mercado inestable, la recuperación podría tardar años. La empresa probablemente tendrá que recortar gastos, vender activos y salir de mercados poco rentables para sobrevivir.
Conclusión
La caída del 37 % en las ventas anuales de Country Garden, a pesar del plan de reestructuración de deuda, refleja la gravedad de la crisis del sector inmobiliario chino. Incluso los actores más grandes enfrentan serios desafíos financieros, falta de liquidez y pérdida de confianza del consumidor.
El éxito o fracaso de Country Garden será una prueba crucial para la viabilidad del modelo inmobiliario privado en China. Sus resultados afectarán no solo a los mercados financieros, sino también a millones de ciudadanos y a la estabilidad económica y social del país.