Entre 2020 y 2024, el mercado inmobiliario de Tenerife mostró un crecimiento constante a pesar de los desafíos de la pandemia. En 2020, los precios cayeron entre un 5 y un 10 % debido a la disminución de la demanda turística, pero la recuperación comenzó en 2021 cuando los viajeros regresaron y aumentó el interés por las villas y las casas.
En 2022, los precios aumentaron entre un 7% y un 10%, alcanzando los niveles previos a la pandemia. Las zonas del sur, como Costa Adeje, siguieron siendo muy solicitadas, mientras que el resurgimiento de la demanda de alquileres a corto plazo atrajo a los inversores. En 2023, la atención se centró en las propiedades energéticamente eficientes, lo que impulsó un aumento de los precios del 6% al 8%.
El año 2024 fue un año récord para la demanda: los precios aumentaron entre un 8 y un 10% y las propiedades premium se apreciaron un 15%. Las inversiones en alquiler y en inmuebles comerciales resultaron especialmente rentables debido a la recuperación del sector turístico.
El mercado de Tenerife sigue siendo prometedor para los inversores, ofreciendo un crecimiento de precios estable, altos ingresos por alquiler y oportunidades a largo plazo para la inversión de capital.